LOCAL: Bikini
FECHA: 5 de julio del 2003
Da igual que no creas en Dios ni en Alá. Cuando Solomon Burke cerró su oficio con Everybody needs somebody to love todos queríamos apuntarnos a su congregación. Cuando soltó el sermón sobre cómo debemos combatir el desaliento, le creímos a pies juntillas. Y hasta se las apañó para colarnos dos interpretaciones de sus hijos --él todavía, ella no daba una-- sin que nadie rechistara. Sí, Solomon Burke nos dio de comer, de beber y de vivir para el resto del mes.
NANDO CRUZ
el Periódico de Catalunya
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