Se ha puesto de moda en los parques de atracciones que las chicas se levanten la camiseta o se abran la blusa o se suban el top o se lo monten como sea para mostrar los pechos en pleno descenso de la montaña rusa, para que la cámara inmortalice el instante. Este topless repentino, lo practican jóvenes y no tan jóvenes, gordas y delgadas, con tetámenes de volumen variable, en grupos de amigas o grupos mixtos con y sin niños o en pareja con manoseo incluido, como queriendo mostrar que detrás de una gran mujer también hay siempre un gran hombre.
La cuestión es que la exposición de pechos es tan constante que ha entrado en conflicto con la imagen de "parque familiar" que pretende la empresa. Además, las imágenes han saltado desde los ordenadores de los parques a webs especializadas
en erotismo amateur. De modo que Disney ha decidido dotar a la Splash Mountain con una fijación de hombros y pecho (parecida a la del Dragon Khan), innecesaria por cuestiones de seguridad y antieconómica, ya que reduce las plazas de cada tronco. Pero ni así. Bajo las zafias fijaciones las ropas también se levantan y los pechos emergen con orgullo, en un acto paradójico que resulta subversivo por su gran banalidad de ejecución. ¿Qué acabarán enseñando los barceloneses retratados saltándose un semáforo de esos que llevan cámara incorporada? Nótese que, en este caso, cuando se dispara la cámara el encuadre más bien muestra al retratado de espaldas.
quieres ver una muestra??
Enviado por
pipodols
a las
08:24
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