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Inicio > Historias > Tiro con arco - La tercera pasión
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Tiro con arco - La tercera pasión
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2004-07-13
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Mis amigos están hartos. De un tiempo a esta parte no paro de hablarles de las maravillas que me reporta tirar con arco. Con mi querido y humilde recurvado Spirit de Luxe consigo conectar con el aspecto más ancestral y primitivo de mi ser.
Ver volar las flechas es mi pasión, oirlas surcar el aire y oirlas clavarse... como diría Paulo Coelho "...pretendo que el mundo entre en la circunferencia de mi arco y que, en un solo movimiento de belleza glacial, se detenga".
La tercera pasión
En estos últimos quince años recuerdo haber vivido apenas tres pasiones
arrebatadoras, de aquellas que te hacen leer todo lo que, al respecto,
tienes al alcance, conversar de forma compulsiva sobre el asunto, buscar
personas con las mismas afinidades, y dormirte y levantarte pensando en
ello.
La primera fue cuando compré un ordenador, abandonando así para siempre la
máquina de escribir, y descubriendo la libertad que esto me daba (estoy
escribiendo ahora en una pequeña ciudad francesa, usando algo que pesa menos
de 1,5 kilo, contiene diez años de mi vida profesional, y donde puedo
encontrar lo que necesito en menos de cinco segundos).
La segunda fue cuando entré por primera vez en Internet, ya en aquella época
una biblioteca mayor que la mayor de todas las bibliotecas. La tercera
pasión, por el contrario, no tiene nada que ver con avances tecnológicos.
Se trata de... un arco y una flecha. En mi juventud leí un libro fascinante,
Zen en el arte del tiro con arco, de E. Herrigel (Ed. Pensamento), donde
relataba su recorrido espiritual a través de este deporte. La idea
permaneció en mi subconsciente hasta que un día, en las montañas de los
Pirineos, conocí a un arquero. Tras una charla aquí y una charla allá, el
arquero me prestó su material y a partir de entonces no he podido vivir sin
practicar el tiro al blanco casi todos los días.
¿Y dónde está la fascinación de este deporte? No existe nada de utilidad
práctica en el tiro al blanco con arco y flecha, armas que se remontan a
30.000 años antes de Cristo. Pero Herrigel, que despertó en mí esta pasión,
sabía de qué estaba hablando. A continuación, algunos fragmentos de Zen el
arte del tiro con arco, que se pueden aplicar a varias actividades de la
vida diaria.
"En el momento de mantener la tensión, ésta debe estar concentrada sólo en
aquello que necesitas usar; economiza tus energías, aprende (como el arco)
que para alcanzar algo no hace falta hacer un movimiento gigantesco, sino
focalizar tu objetivo. Mi maestro me dio un arco muy rígido. Le pregunté por
qué me comenzaba a enseñar como si yo ya fuese un profesional. El respondió:
Aquel que comienza con cosas fáciles, no se prepara para los grandes retos.
Mejor saber desde el principio qué tipo de dificultades vas a encontrar en
tu camino. Durante mucho tiempo estuve tirando sin conseguir abrir bien el
arco, hasta que un día el maestro me enseñó un ejercicio de respiración y
todo fue más fácil. Le pregunté por qué tardó tanto en corregirme. El
respondió: Si desde el primer momento te hubiese enseñado los ejercicios
respiratorios, habrías pensado que no eran necesarios. Ahora creerás en lo
que te digo y practicarás como si fuese realmente importante. Quien sabe
educar, actúa así.
"El momento de soltar la flecha sucede de manera instintiva, pero antes hay
que conocer bien el arco, la flecha y el blanco. El tiro perfecto en los
desafíos de la vida también usa la intuición. Pero sólo podemos olvidar la
técnica una vez la dominamos completamente.
"Después de cuatro años, cuando ya era capaz de dominar el arco, el maestro
me elogió. Me puse muy contento y dije que con ello ya había recorrido la
mitad del camino. No -respondió el maestro-. Para no caer en trampas
traicioneras, es mejor considerar la mitad del recorrido el punto al que
llegas después de recorrer el 90% del camino."
"¿Que le sucede? -solía exclamar. Ya sabe que no debe enojarse por los tiros fallados.
Pero tampoco debe regocijarse con los logrados. Tiene que desprenderse de ese
fluctuar entre placer y desplacer. Tiene que aprender a sobreponerse a ello con libre
ecuanimidad ,alegrandose como si otro hubiere hecho los disparos. Esto tambien tiene
que practicarlo incansablemente. No se imagina cuanta importancia tiene."
| foto 1 | foto 2 |
Zen en el arte del tiro con arco
Enviado por
pipodols
a las
01:00
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Comentarios
1
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De: bokuden |
Fecha: 2004-07-13 20:54 |
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Le entiendo perfectamente, de tanto en tanto lo practico. El libro de Herrigel lo leí hace tiempo y es uno de los mejores sobre el tema, para mi gusto mejor que el famoso "El blanco invisible" de Taisen Deshimaru.
Si le interesa el tema del Zen, le recomiendo encarecidamente "La brújula del Zen" de Seung Shan.
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2
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De: Jorge Díaz de Zerio |
Fecha: 2004-11-18 10:51 |
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Estoy buscando una copia del libro "Zen en el arte del tiro con arco", me imagino que lo tienes.
Es un regalo para una persona apasionada con el tema. Podrías mandarme una copia y te abonaría lo que te parezca.
Jorge Díaz de Zerio
Tel. 945 17 57 77 - 666 618 398
Gracias
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